Mayas 2012: el calendario y el fin del mundo
¿EL FIN DEL MUNDO PARA EL 2012?
Este es uno de los temas por el que más nos escribían al programa, y a pesar de que ya lo explicamos un par de veces, no está de más aclararlo otra vez. Porque a medida que se acerque la fecha, los temores (y el negocio de unos cuantos vivos) irán en aumento.
Veamos. En películas catastrofistas, en muchas web y en algunos libros que se venden hasta en supermercados se asegura que, según una antigua profecía maya, exactamente el 21 de diciembre de 2012 se acabará el mundo tal como lo conocemos. Ese día, desde el centro de nuestra galaxia llegará un rayo -o un meteorito, o un enorme planeta- que colapsará los satélites, las comunicaciones y la energía eléctrica. Eso en una breve síntesis, porque hay variaciones sobre el tema, de acuerdo a quien le dé la gana de inventar lo primero que se le ocurra.
Según los gurúes de la New Age, que son quienes predican (y se benefician) de esta variante moderna del Apocalipsis bíblico, los mayas eran seres muy espirituales que estaban conectados con las fuerzas cósmicas , es decir, con el “Espíritu del Universo” que no sabemos muy bien de qué se trata. Extraterrestres o sus parientes. Y para probarlo, sostienen, con razón, que esta civilización creó un calendario muy preciso.
Pero ¿quiénes eran los mayas?
Las teorías descabelladas sobre este pueblo comenzaron apenas después de la llegada de Colón a América. Se especulaba con que ellos eran descendientes de las tribus perdidas de Israel. En el siglo 19, al francés Augustus Le Plongeon se le ocurre un nuevo delirio: sostiene que los mayas eran sobrevivientes de la Atlántida.
Según él, cuando un cataclismo hundió ese mítico continente algunos atlantes escaparon hacia al oeste y fueron el origen de los mayas; otros, viajaron al este y fundaron la civilización egipcia. Eso explicaría que ambos pueblos construyeran pirámides, que sus jeroglíficos sean algo parecidos y que fueron grandes estudiosos de la astronomía. Y ahí se acaba el parecido. Porque se olvidaron de un “pequeño” detalle: el esplendor de ambas civilizaciones está separado nada menos que por 2 mil años de historia.
Según los vendedores de misterios de hoy, los mayas eran un pueblo sensible a las artes, sencillos agricultores que vivían en armonía con la naturaleza. Pacifistas, espirituales y ecologistas, una especie de precursores de los hippies. Dicen además, que un día abandonaron sus ciudades y desaparecieron misteriosamente.
Lamentablemente, sobre todo para sus vecinos, la verdad es muy diferente. Los mayas eran un pueblo guerrero, y como tantas otras “civilizaciones” de la Antigüedad, eran inmisericordes con los pueblos que sometían.
Basta ver la plataforma de Chichén Itzá, donde se hacían sacrificios humanos, y que adornaban con las calaveras de sus enemigos, a quienes previamente habían despojado de su piel para confeccionarse máscaras y vestimentas ceremoniales.
Tampoco eran muy ecologistas, sino más bien lo contrario: la mayoría de los arqueólogos cree que abandonaron sus ciudades cuando los suelos selváticos se agotaron para la agricultura por el exceso de población, a lo que siguieron grandes revueltas sociales.
Y tampoco es verdad que los mayas hayan desaparecido. Actualmente en México y Guatemala viven varios millones de indígenas mayas. Una de ellas es famosa: la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú. Más aún, ninguno de estos auténticos mayas sabe nada de esa presunta profecía, sencillamente porque no está escrita en ninguna parte.
¿Y qué es el calendario maya?
El calendario maya, como todos los que inventaron otros pueblos del mundo,tenía una función esencial. Siglos de observación les había mostrado que la Naturaleza tiene ciclos más o menos regulares, y establecer con precisión esos períodos les servía para saber cuándo habría sequía y cuándo lluvias para poder sembrar.
El calendario maya muestra que en el año 2012 se acaba un ciclo largo de las cuentas que llevaban. Sería como para nosotros cuando se acabó el milenio. Y punto. No dice nada sobre el fin del mundo ni nada por el estilo.
En realidad, para los mayas el fin de su civilización sucedió en 1460, cuando abandonaron sus últimas grandes ciudades, treinta y dos años antes de la llegada de los españoles a América. Y no fueron capaces de prever ninguna de esas tragedias antes de su declive.
Además de la película 2012, ¿es posible que algo esté llegando para destruir a la Tierra?
Veamos. Nuestro pequeño planeta está situado a más de 27 mil años luz del centro de la Via Láctea, nuestra galaxia. Si desde allí hubiese partido un rayo cósmico (¿?) que viaja a la velocidad de la luz, ya tendría que estar a solos tres años de distancia. ¿Y quién rayos lo ha visto para asegurar que está viniendo? Pero de eso, ningún astrónomo sabe nada, sólo los místicos delirantes.
Peor aún el famoso planeta Hercólubus, un invento de un místico colombiano que se hacía llamar Rabolú, autor del libro “Hercólubus, el planeta rojo”. En él revela la existencia de este enorme cuerpo celeste que sería seis veces más grande que Júpiter, y que chocaría contra la Tierra en…1999. Pero como el pobre anda un poco lento y no termina de llegar, mejor pasaron la fecha para el 2012.
Esta tontería desafía todas las leyes de la física e incluso la paciencia de los físicos que entrevistamos sobre el tema. Nos explicaron que si un planeta tan enorme estuviera tan cerca, pues sencillamente todo el sistema solar estaría trastornado. Planetas que habrían cambiado de órbita, lunas absorbidas por su gravedad, etc, etc. Y además ya lo veríamos. Pero, los vendedores de este mito dicen que es... convenientemente invisible. Y lo más gracioso: si es invisible ¿cómo saben que es rojo?
Aunque todas se creyeron eternas, las grandes civilizaciones de la historia tuvieron su ascenso, su auge y su caída. Es decir, su propio fin del mundo. Le sucedió a los egipcios con la invasión de los ejércitos de Alejandro Magno, a los griegos sometidos por los romanos, a los romanos aplastados por los bárbaros.
Con el fin de moralizar y dominar mejor a sus sociedades, los sacerdotes y reyes conminaban a la gente a no cometer actos que pudieran ofender a los dioses, porque la ira de estos destruiría a los hombres.
Todas las civilizaciones de todo el mundo han hablado siempre de un fin del mundo. Por ejemplo, para los antiguos escandinavos el momento llegaría cuando Fenris, un enorme lobo, devorara a los dioses y las estrellas. Para los primeros cristianos el fin estaba muy cerca, y así lo expresaba el autor del Apocalipsis bíblico. Incluso, según el evangelio de San Mateo, el propio Jesús aseguraba que ya faltaba poco
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca (Mateo 24:34)
Actualización, 21 de marzo de 2010.
Acabo de regresar de Guatemala donde entrevisté a algunos de los máximos líderes políticos y espirituales de los casi 6 millones de mayas que viven en ese país. Todos coincidieron en lo mismo: ni ellos ni los abuelos conocen de la existencia de las supuestas profecías mayas. Más aún, pronto comenzarán una campaña de esclarecimiento a la opinión pública mundial parea desenmascarar a los mercaderes que se han inventado este mito moderno.
Fuente: http://www.mitosyverdadesecuador.com/2009/09/2012.html
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