Sientan la energía fluir en su cuerpo. En muchas ocasiones las dudas en el percibir surgen mediante el intelecto. Éste en sí ha de ser usado en la forma adecuada, ayudando a uno a formarse criterios, a cuestionar, a indagar, a evitar ser dogmáticos. Sin embargo, en el proceso del sentir la energía de uno o del entorno, se precisa claridad y libertad. La primera porque si uno no siente las cosas claras, se encuentra en peligro potencial, y la segunda dado que si uno se ve bloqueado o condicionado, no verá ni sentirá lo que Es. Se precisa, entonces, que el intelecto vaya en armonía con el sentir en fluidez, de otro modo el desbalance puede acarrear en dogmatismo y meras alucinaciones en un caso o en incredulidad extrema en otros.
La importancia de la centración –el estar centrados- es primordial. Mucha gente puede manejar cierto tipo de energía sin la menor prudencia. Otros son más inestables y tienden a ser vulnerables por ello. Se precisa consciencia en responsabilidad, puesto que si uno, al manejar cierto tipo de códigos energéticos es manipulado por una entidad chunga –frecuencia de mal aspecto-, éste con facilidad lo usará para fines deshonestos, actuando solo en beneficio de sí mismo y distorsionando la frecuencia de los demás. Una manera adecuada de evitar esta clase de circunstancias es mediante el entrenamiento constante de uno. Se precisa disciplina, pero no en el sentido de imponer cierto tipo de prácticas, que a la larga solo pueden condicionar a uno, evitando la comprensión en fluidez. ¿Cómo podría comprender lo que Es alguien que ha estado durante muchos años en la misma rutina una y otra vez? Es cierto que se verá protegido por un lado, pero lo que dará a cambio puede valer lo mismo, y eso es libertad en el pensar-sentir. Así pues, es importante lo que se es como persona, ya que es una cuestión de todos los días. Comprendiendo el proceso interno de uno, es que se puede ir aprendiendo y optimizando más y más las cualidades propias, atendiendo los asuntos desde el inicio, la raíz. Ésta es la forma –o al menos una de ellas- por la cual se puede uno mantener centrado, generando de por sí autoprotección y al mismo tiempo centración.
Luego es importante evitar los excesos, tanto en el ámbito mental como en el material. También lo es el evitar mantener las frecuencias disponibles para todos. Ha de tenerse en cuenta, porque esto por lo general suele olvidar la persona, que las frecuencias de las personas pueden infiltrarse a uno. Y ha de tenerse presente que si uno es objeto de infiltración, es más probable que lo quieran engañar tratándolo bien, incluso hasta aparentar ser personas nobles. Es importante saber que en la condición de persona dedicado a la comprensión de lo que Es –llámesele espiritual, aunque el nombre no le vendría exactamente así, considerando que entre espiritual y mundano no ha de haber diferencia alguna- se es más ojo de entidades que no son sinceras, que quieren aprovecharse de uno. Sabiendo esto, ¿cómo, pues, uno ha de permanecer en desequilibrio? No estar centrado es irresponsable. Los que se dedican a esto han de saberlo muy bien. El manejo de códigos energéticos implica cierto trastoque con la realidad, poder influir en ella de algún modo u otro.
También es muy común que las personas en su transcurso por esta vida física, olviden las lecciones del pasado. Para el caso, es preciso reconectar con la frecuencia de lo que uno fue antes. Y aquí no se refiere a que hay varios “yo”. Es uno y el mismo el de ahora que el de antes. La diferencia está en que las personalidades son de algún modo distintas, en conjunto con las circunstancias. La persona humana no está hecha de lo energético solamente, sino que también incluyen procesos biológicos, culturales, etc. Así pues, importante es reconectar con la frecuencia de lo que uno “fue” en el pasado” Eso sí, tan solo asimilando lo que ha de ser provechoso para uno. En caso de detectar heridas arrastradas o algo similar, ha de tratárselo de inmediato. De esta manera uno puede aprender de las experiencias que fueron en su momento.
Aún con todo, siguen existiendo personas que no fluyen de modo adecuado con la energía correspondiente. Es preciso que ellos, en el caso de que el lector se sienta uno, sean orientados. De otro modo puede seguir sin rumbo fijo. Si el orientador no es alguien físico, ha de andar con cuidado hasta que se asegure que se trata de algo noble. Y “noble” se toma aquí como lo que se siente en fluidez y honestidad, sin intenciones de por medio que perjudiquen a la gente o que trate de manipularlas. Que haya acuerdo, que se evite la elección de otros sin su permiso, porque si no sería un modo de infiltración sutil. La importancia de elegir es vital. Esta elección ha de darse en la comprensión y claridad.
Namasté - Es
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